1 Pedro 3:8 “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables”.
Escrito Por: Jenny Flores de Villavicencio.
Un famoso doctor hizo una lista de las diferentes emociones que producen enfermedades en los seres humanos – como el miedo, la frustración, la rabia, el resentimiento, el odio, la envidia, y los celos, el dijo, que el único antídoto, que puede salvar a la gente de la destrucción contra estas fuerzas tan poderosas ES EL AMOR.
Vemos que el amor es un tema, que se repite mucho, en las cartas de Pedro, no sólo el amor de Dios por nosotros, sino también nuestro amor por otros. Pedro mismo tuvo que aprender esta lección, ¡y sí que le costó aprenderla! ¡Cuán paciente fue Jesús con él!.
Aunque los cristianos no siempre podemos ser de la misma opinión, sin embargo, debemos tener compasión unos de los otros, y el amor como hermanos. Vivamos en la tierra, con el objetivo de poseer la vida eterna en el cielo, llegar a ese lugar que Jesucristo nos fue a preparar, pero, mientras esperamos ese día, debemos refrenar nuestra lengua de palabras perversas, abusivas o engañosas, mantenernos lejos de las malas acciones, hacer todo el bien que podamos y debemos buscar la paz con todos los hombres, aflorando en nuestra vidas el amor de Cristo. Este sentir se evidencia cuando estamos unidos por un mismo sentir, otra evidencia del amor es la compasión, la compasión es “ un sincero sentir por las necesidades de otros” especialmente por los hermanos en Cristo, trabajando unidos, la unidad quiere decir cooperación así como los miembros del cuerpo trabajan juntos en unidad, aunque todos sean diferentes. El objetivo, siempre será, agradar a Dios, con nuestras acciones, Si quiere que otros sean felices, practique la compasión. Y si usted quiere ser feliz, practique la compasión.