Hechos 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
El Espíritu Santo regenera
Escrito Por: Walter Encalada Pazmiño
El Espíritu Santo infunde la unidad de la iglesia, le da vida, movimiento, cuando nacimos de nuevo nos concedió vida espiritual en Cristo (Juan 3:3, 5:8; Efesios 2:1), conduciéndonos al Padre en Cristo (Juan 6:44), llenándonos de fe y conocimiento de lo espiritual (1 Corintios 2:10-14, 12:13).
Fue la intervención del Espíritu Santo en el Aposento Alto (Hechos 2:23), que fue derramado sobre los corazones de los que escuchaban el mensaje de los apóstoles (Hechos 2:38, 16:14), añadiendo a la iglesia los creyentes (Hechos 2:41,47). Él preserva la unidad de la iglesia y reparte los dones (1 Corintios 12:4; Efesios 4:3-4, 7) llenándonos de gratitud, adoración y aumentando nuestro afán de servicio misionero, nos hace un llamado a trabajar en su obra.
El Dios Padre, quien nos separó de este mundo pecador del cual somos objetos de su gran Amor, y de Dios Hijo por su gran sacrificio y de sus cuidados de Dios Espíritu Santo sin olvidar que fuimos perdonados para perdonar y servir, como salvos para ser santos. (Francisco Lacueva).