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Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

Escrito Por: Walter Encalada Pazmiño 

Objetivo de la Iglesia     


Siempre debemos tener presente el mandato que nuestro Señor Jesucristo nos dejó, cuando estaba entre nosotros, nos encomendó predicar a toda criatura su evangelio. Lo haremos siempre y lo continuarán haciendo las generaciones futuras hasta cuando el Hijo del hombre venga por segunda vez a llevarnos entre las nubes, como su novia –la iglesia-. 

Esta gran comisión se da inicio a partir de Pentecostés, cuando su Espíritu Santo se hace presente como lenguas de fuego en la Iglesia en Jerusalén (Hechos 2:3), desde ese momento se da inicio la gran comisión que el Señor Jesús dio a su pueblo, tarea que terminará hasta el fin de los tiempos (Mateo 28:20). 

Después de la resurrección del Señor Jesús, la Iglesia con el poder de su Espíritu Santo comenzó a cumplir lo encomendado por Jesucristo, la expansión del Reino de Dios. En los evangelios se encuentra escrita la comisión para esta tarea, en Mateo 28:18-20 les instruye hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos y adoctrinándoles (Marcos 16:15-16), a predicar el evangelio de salvación a todos, quien lo rechace se condenará (Lucas 24:46-49), a predicar el arrepentimiento y el perdón de pecados (Hechos 1:7-8, 2:38; 2 Corintios 5:17-20; Juan 20:21-23).

Nuestra tarea primordial es comunicar el mensaje de salvación a toda persona (Marcos 16:15, Hechos 1:8), preparando el camino para el establecimiento final del Reino de Dios en la tierra, a adorar a Dios en espíritu y en verdad, sin olvidar de instruir a nuestros hermanos en el conocimiento de Dios mediante las Sagradas Escrituras, para el crecimiento de la vida espiritual y las virtudes cristianas. “Porque si estas cosas están en vosotros y abundan no os dejarán estar ocioso ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:18, Juan 14:17; 1 Corintios 3:16-17; Efesios 2:22). 

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