Hechos 20:35
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
Dar es una excelente manera de crecer.
Lo descubrió Juan el Bautista, cuando dijo: Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe (Juan 3:30).
Y el pequeño Zaqueo, cuando dijo: La mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado (Lucas 19:8).
Y Bernabé, cuando vendió su herencia, que lo distinguía en medio de un pueblo pobre, y la puso a los pies de los apóstoles (Hechos 4:37).
Y Pablo, antiguo perseguidor de la iglesia, aprendió a darse a sí mismo por ella. Aunque servía a tiempo completo, trabajó con sus manos en su oficio para demostrarles a los hermanos que sí se puede ayudar a los necesitados y para ejemplificar la enseñanza de Jesús, que mejor es dar que recibir.
Dar es una de las maneras que Dios ha elegido para nuestro crecimiento. Y no se limita al dinero. Usted tiene dones y talentos, a los que un pastor describió como una chequera en la que Dios ha escrito cantidades que nos tomará toda la vida usar. O las hacemos efectivas todos los días o las desperdiciamos. Pero si usted elige abrir esa chequera cada día desde hoy, y bendecir a otros con su vida, crecerá como Juan, como Zaqueo, como Bernabé y como Pablo.