Romanos 12:12
Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
Has cambiado mi lamento en baile;
Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Salmos 30:11-12
¿Cómo pueden combinarse el gozo y el sufrimiento? La respuesta es la constancia en la oración. Cuando sufrimos por los problemas, oramos. Y quedamos con la esperanza de que recibiremos una respuesta. Esa esperanza nos trae gozo.
El crecimiento en oración trae este estilo de vida, en el que todos pueden estar al tanto de nuestras tristezas, no las escondemos, pero así mismo, todos pueden enterarse de nuestra fe y también ver la respuesta de Dios a nuestras necesidades.
Lea al experto, David. El hombre constante en su comunicación con Dios alternaba los episodios duros de su vida con la esperanza y el gozo. La mayoría de sus oraciones que empiezan tristes y penitentes, con lágrimas, terminan en alabanza.
Esa debe ser nuestra perspectiva de la vida. Aunque estemos llorando en la noche, sabemos que el gozo vendrá al día siguiente. “Espera en Dios, porque aún he de alabarle”. Hay para nosotros un futuro de gratitud y alabanza.