Romanos 12:16
No altivos, sino asociándoos con los humildes.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
En la humildad hay crecimiento. La gente sabia es humilde. Entre más educada es una persona, genuinamente educada, no en lo puramente académico, sino por verdadero deseo de aprender continuamente y de servir, es más amable en su trato, recta en su conducta, prudente y humilde.
La gente sabia escucha, en vez de hablar mucho. Y ama asociarse con otras personas sabias y humildes. Cuando digo la gente sabia, estoy refiriéndome a nosotros o a lo que deberíamos ser nosotros, tal como pide la carta a los Romanos. Una sociedad de humildes.
A Dios le gusta la sociedad de los humildes. Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde (Salmos 38:6). Con los humildes está la sabiduría (Proverbios 11:2).
En este mundo se nos empuja mucho a seguir y a imitar a gente nada humilde, con imágenes impactantes, estilos de comunicación agresivos y temperamentos fuertes, a los que se considera ganadores. Pero Jesús nos invita a seguirle y a aprender de él, nuestro rey manso y humilde. Un hombre sabio que no necesita maldecir. Un hombre alegre que llora por el dolor de otros. Un hombre generoso que multiplica lo poco que hay para bendecir a todos. Es Jesús, totalmente Dios, totalmente hombre. Pienso que en su gentil compañía siempre estaremos mejor.