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Hechos 5:42 “Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”.

Hechos 5:42 “Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”.

Escrito Por: Jenny Flores de Villavicencio 

A   Pedro y a Juan se les advirtió muchas veces para que no predicaran, sin embargo, ellos a pesar de las amenazas lo seguían haciendo, esta actitud desencadenó un factor importante en el crecimiento de la iglesia primitiva. Y fue que los santos proclamaron valientemente el evangelio sin temor, a pesar de las dificultades y persecuciones.

Los santos eran perseguidos todos los días a causa del nombre de Cristo, pero no dejaban de proclamar su nombre y de predicar el evangelio y como resultado, pudieron llevar mucho fruto, de este modo, la Iglesia de Dios alcanzó su crecimiento el cual alcanzó a nuestros tiempos.

Esto nos sirve de ejemplo para vivir nuestra fe sin temores sin que importe el costo, con la idea fija de que las personas conozcan y acepten a Cristo y le guarden total reverencia como Él lo merece.


Como iglesia debemos mantener la identidad cristiana, poniendo los ojos en Jesús como autor y consumador de nuestra fe, tener su Palabra en nuestro corazón, llevar fruto y ser dignos de entrar en el cielo. Jesús dijo: “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos (Mt. 5:20). Todo en la Biblia está escrito para nuestra salvación; y estamos obligados a poner en práctica toda su Palabra.

Dios nos permite llevar fruto cuando nuestra dependencia está ligada a Él, solo así tenemos suficiente amor para cuidar un alma con todo el corazón, debemos predicar el evangelio no con un espíritu de temor, sino con un espíritu de amor, con un corazón lleno de ferviente amor por el servir, deje que Dios le use por medio de su vida de obediencia, a fin de que extienda su mano de poder con su gracia, para que las almas que están muriendo sin Cristo, sean salvas.

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