Filipenses 1:9 “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento”
Escrito Por: Ps. David Pérez Vera
Que poderosa la oración que hace el apóstol Pablo a favor de sus hermanos, podemos decir maravillosa. Él pide que el amor de ellos rebose. Como cuando una copa se llena y se desborda. Este amor es mucho más que una mera vivencia emocional.
Ahora si nuestro amor abunda en un mayor conocimiento del Eterno y discernimiento de su voluntad, el resultado será que podremos ver y tener claridad de decidir por lo mejor. Si amamos a nuestro Padre Celestial buscando conocerlo y discernir su voluntad, estaremos seguros de no ser engañados o tentados por el mundo en vez de seguirlo y buscarlo a Él.
En tal sentido dicho amor debe tener dos componentes importantes, el buen juicio y el discernimiento. Esto no significa que tú y yo debemos amar a ciegas, sino que nuestro amor debe abundar junto con el discernimiento. Dicho de otra manera, nuestro amor por los demás no debe partir de la ingenuidad sino más bien de la sabiduría y la prudencia, tal como nos da a comprender la Palabra de Dios en este día, con plena confianza y sabiendo que el Eterno nos quiere llevar a estar llenos de frutos de justicia para presentación diaria de nuestro proceder como cristianos, dispongamos todo nuestro ser para que esto sea una realidad en nuestras vidas. Buscando crecer en amor, en el conocimiento de Dios y en el discernimiento de su voluntad y no sucumbir a los deleites de este mundo.
Todo esto nos lleva al final del día, a elegir lo mejor, cumpliendo un doble objetivo en nosotros, vivir en santidad cada día y prepararnos para nuestro encuentro con el Señor al final de nuestra vida, para un constante crecimiento en amor, que redunde para gloria y alabanza del Eterno, pues Él es glorificado cuando nosotros preferimos disfrutar de su presencia, su amor y su Señorío sobre cualquier otra cosa que este mundo ofrece, Shalom.