Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

Proverbios 11:25 “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado.”

Escrito Por: Ericka Herrera de Avendaño.

En el texto compartido hoy, se evidencia un principio clave en el reino de Dios: la generosidad y el acto de saciar a otros. Este versículo nos enseña que aquellos que tienen un alma generosa experimentarán la prosperidad y aquellos que satisfacen las necesidades de otros también serán satisfechos. Dios nos ha llamado a ser una iglesia unida, generosa y compasiva hacia los demás. Cuando compartimos lo que tenemos, ya sea nuestro tiempo, recursos o actos de servicio, estamos sembrando semillas del amor de Dios en la vida de otros. Y consecuentemente a ello, Dios ha prometido bendecirnos abundantemente.

La generosidad no se trata solo de dar materialmente, sino también de dar de nosotros mismos. Es sobre extender la gracia y el amor de Dios a través de nuestras acciones y palabras. Cuando nos preocupamos por las necesidades de los demás y les damos una mano amiga, estamos siguiendo el ejemplo de Cristo.  Dios no solo nos bendice materialmente cuando somos generosos, sino que también llena nuestras almas con alegría y satisfacción. El acto de dar nos libera del egoísmo y refleja el amor de Cristo y el servicio a los demás.

Hoy, reflexionemos sobre nuestra actitud ¿Estamos dispuestos a compartir lo que tenemos y a satisfacer las necesidades de otros? ¿Reconocemos que Dios es el proveedor de todas las cosas y que Él nos bendice para ser una bendición para los demás?. Oremos para que el Espíritu Santo nos llene de un espíritu generoso. Oremos para que podamos ver las necesidades de los demás y responder con compasión y amor. Oremos para que nuestra generosidad sea un testimonio vivo del amor de Dios en nosotros.

Que tengamos un corazón generoso y dispuesto a saciar las necesidades de otros. Que experimentemos la prosperidad y la satisfacción que provienen de vivir una vida de generosidad. Que seamos canales de bendición en este mundo, reflejando el carácter amoroso y generoso de nuestro Padre celestial, en el nombre de Jesús, amén.

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.