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2 Corintios 4:2 “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios”. 

Escrito Por: Nelly Jácome de Pérez

En el día de hoy encontramos a muchos, que dicen ser cristianos, comerciando con la fe. En sus conferencias a grandes multitudes, resuenan las premisas y un mensaje que apela a los sentimientos y emociones de los hombres, pero que lejos está esa exposición de lo que realmente nos enseña la Palabra de Dios.

El apóstol Pablo hace un llamado a los cristianos de Corinto, a que su caminar cristiano, se fundamente en la verdad de Jesucristo, sin astucias ni ocultando sus verdaderas intenciones. Confrontando el pecado con las verdades bíblicas, que expone a la luz la condición pecaminosa del hombre y que sin Jesucristo en sus vidas es imposible una reconciliación con el Padre Celestial.  

El ministerio del nuevo pacto motivaba a Pablo a mantener un ministerio sincero, pues el éxito dependía del poder divino, no de las maniobras del ministerio. Llevando su propia cruz cada uno, muriendo al yo y a los deseos carnales, para que la luz de Cristo brille en sus vidas y así poder ser de impacto a aquellas personas, que todavía no han podido experimentar la salvación, el amor de Dios, su gracia infinita, la transformación de sus vidas, la sanidad de las heridas del alma, que el corazón de piedra sea convertido en un corazón de carne y que todo su ser se rinda al señorío de Jesucristo. 

Oremos por ministerios en todo el mundo, que se fundamenten en la verdad de Dios, las Sagradas Escrituras, la misma que a través de los siglos el Eterno la preservo para nuestros días, para que haya una antorcha viva levantada en cada vida, hogar, iglesia, comunidad, país y nación, como muestra de que tenemos un Dios soberano que vive y reina por los siglos de los siglos, Amén.

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