2 Corintios 10:15 “No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla”.
Escrito Por: Welinton Flores Flores
Debemos gozarnos por el crecimiento espiritual de nuestros hermanos en la fe, no con orgullo ni jactancia sino para la honra de Dios. Que afortunados debemos sentirnos, cuando somos instrumentos de Dios para ayudar a otros a comprender la importancia del servicio en la obra de Cristo, ya que no es una opción sino un mandato divino.
Pablo nos insta a no gloriarnos desmedidamente en trabajos ajenos, es decir no deberíamos asumir crédito por el éxito de otros como si fuera propio. Por ejemplo, si trabajamos en equipo y nuestro compañero logra una meta importante, no debemos enorgullecernos egoístamente por ello, sino alegrarnos por el éxito del equipo en general pues todos trabajamos para un solo fin “el engrandecimiento del Reino de Jesucristo”, y esto no es por mérito propio, pues aun nuestro querer y el hacer viene por parte de Dios por su buena voluntad (Filipenses 2:13).
Recordemos día a día la importancia de la humildad, la paciencia, la confianza en Dios y la guía de su Palabra en nuestra vida. Si aplicamos estos principios, podemos encontrar una mayor felicidad y plenitud en nuestra vida y ayudar a los demás a hacer lo mismo.
Padre Eterno, lejos este de mi corazón de gloriarme por un logro ministerial o de servicio en tu obra, pues todo está bajo tu dominio y aun para poder servirte es porque te place darme la vida y salud, te doy las gracias por usarme como instrumento en este hermoso caminar del evangelio en nombre de Jesús, Amén.