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Romanos 16:19  “Porque la noticia de vuestra obediencia se ha extendido a todos; por tanto, me regocijo por vosotros, pero quiero que seáis sabios para lo bueno e inocentes para lo malo”.

Por: Daniel Mora Jiménez. 

Pablo escribe a una determinada Iglesia que se radicaba en Roma, una región muy importante para la época, por su gran territorio y sus avances sociales, pese a toda la estructura ideológica que poseían lo romanos, el Apóstol resalta una cualidad en la Iglesia de Roma y es la obediencia, la cual no solo era reconocida por el, sino que se había dado a conocer entre todos los pueblos, siendo de mucha satisfacción él, tal como se observa en Romano 1:8 “Primeramente, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, por cuanto vuestra fe es cosa muy bien conocida en todo el mundo.”. Tanta fue la influencia que estaba causando esta Iglesia en Roma que, según los historiadores, en el año 49 d.C. el emperador Claudio expulsó a todos los judíos. 

Por medio de este verso nuestro Dios nos da un gran reto no solo individual, sino corporativo, puesto que vivimos en una sociedad que cada vez se pierde ante un sistema corrupto, amoral y rebelde a Dios, pero ante todas estas cosas ¿Cuál es la imagen que estamos reflejando al mundo?; en una de las salidas evangelísticas de la Iglesia, le expusimos el evangelio a una persona que cruzamos en el camino y este nos dijo una palabra que retumba mi corazón cada día, pues esta persona nos dijo: “Por favor, digan a los cristianos que es hora que vivan lo que predican, esta sociedad lo necesita”

La Iglesia es un organismo vivo y esta no puede callar el mensaje que se le ha entregado, el mensaje de buenas nuevas, el evangelio de salvación, pero este mensaje no solo debe ser anunciado a viva voz por las calles, puesto que el mayor efecto lo producimos cuando vivimos lo que predicamos, cuando ven en nosotros un vida de obediencia a Dios, quizas no seremos de agrado de todos puesto que al anunciar este evangelio seremos aroma de muerte para los que se pierden y aroma de vida para aquellos que han de ser salvos. Iglesia, ¡Persevera en la obediencia a Dios!

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