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Santiago 1:2-4 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.  Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.

Por: David Agustín Pérez Vera

El Espíritu Santo de Dios nos habla por medio del libro de Santiago en este día, en lo concerniente, a que las pruebas autentican nuestra fe. En este contexto Santiago, se dirige a los cristianos fuera de Palestina “las doce tribus de la Dispersión”, lo cual indicaría que son cristianos de origen judío dispersos en el mundo greco-romano, al final del primer siglo cuando había una persecución sanguinaria para los cristianos de aquella época. 

Bajo esta premisa, es pertinente sostener que las pruebas son dolorosas, pero ellas nos fortalecen espiritualmente. ¡¡¡Gloria a Dios!!! Las pruebas edifican nuestro carácter, e ahí la razón de su objetivo en nuestras vidas. Santiago, el medio hermano de Jesús, y líder de la iglesia de Jerusalén, conocido como rodillas de camello, sobrenombre por su vida de oración, nos dice que hay que mantenerse alegres cuando estemos pasando por diversas pruebas. 

Las pruebas no vienen por sí solas, no vienen de la noche a la mañana. Es decir, estamos caminando por la vida, todo nos está yendo bien, y de la nada viene la prueba, tanto así, que no nos dimos cuenta por donde vino el golpe. La vida nos golpea y fuerte, y esto es, una prueba, una tormenta, una adversidad y, de repente quedamos atrapados. Perdida de trabajo, perdida de la salud, diferencias en la familia, en el hogar o algo aún más fuerte.  

Consideremos que las pruebas son parte de la vida e inevitables. Vivimos en un mundo lleno de dolor y sufrimiento. Por eso, amigos, consiervos, hermanos, familia, busquemos al Eterno con un corazón lleno y rebosante de fe fundamentados en Cristo Jesús, lo cual nos da una real vivencia de crecimiento y perseverancia espiritual, para salir victoriosos en medio de las pruebas. 

Hoy es un buen día, para pedirle al Eterno fortaleza, fe y sabiduría para soportar cualquier tipo de prueba, a fin de conservar siempre el gozo que Jesucristo produce en nosotros, Shalom.

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