Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.
Por: Nelly Jácome de Pérez
Al decir el autor que la Palabra de Dios es viva, está recalcando el carácter viviente de esa Palabra. Que la Palabra de Dios es “eficaz”, viene de la palabra griega “energes”, que significa “que activa, que da energía”. Así que la Palabra de Dios es viva, y transmite energía. Y continuó diciendo el escritor que la Palabra es “más cortante que toda espada de dos filos”.
La Palabra de Dios tiene dos filos, porque corta en ambas direcciones; hacia el que habla, y hacia el que está escuchando. Y al ser una espada de dos filos, penetrará eficazmente, “Y penetra hasta partir el alma y el espíritu”. Creemos que sólo la Palabra de Dios puede dividir al alma y al espíritu. También puede dividir “las coyunturas y los tuétanos”. Es decir que la Palabra de Dios puede entrar a nuestra propia carne y hacer una distinción.
También dice: “Y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Esta palabra, “discernir”, que se utiliza aquí, proviene de la palabra griega que significa crítica. “Un discernidor (o crítico) de los pensamientos e intenciones del corazón”. En consecuencia, la Palabra de Dios penetra en las profundidades del ser humano y trata con el corazón. El Señor Jesús dijo en Mateo capítulo 15, versículo 19, “porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias”.
Y hay aquí una lista muy larga de impurezas, pero eso es lo que hay en su corazón y el mío. Dijo el profeta Jeremías en su capítulo 17, versículo 9, “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Ningún ser humano puede conocerlo, pero Dios sí puede.
La Palabra de Dios desciende y trata con las vivencias más íntimas y ocultas de nuestros corazones. Desciende hasta la vida real, justamente al lugar en que usted y yo actuamos y vivimos nuestra verdadera existencia.
Hay muchos creyentes hoy, que no dedican tiempo suficiente al estudio de la Palabra de Dios, porque sus intereses son otros o porque simplemente no quieren ser confrontados a la luz de ella, con su manera de vivir. Pasemos diariamente en la presencia de Dios y permitamos que el escáner espiritual (la Palabra de Dios) revele lo que está impidiendo que llevemos una vida que le agrade.
Señor Jesús, cuanto poder tiene tu Palabra, desnuda mi condición espiritual y manifiesta lo profundo de mi corazón, a través de ella, que pueda anhelar escudriñarla para vivir conforme a lo que tienes planeado para mí, en tu nombre lo pido, Amén.