Romanos 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Por: Daniel Mora Jiménez.
¿Tienes algun lugar de comida preferido?, si tu respuesta es un sí ¿Por qué prefieres ese lugar por encima de otros similares?, creería que responderías, porque la comida es muy deliciosa y tiene algo que la diferencia de las otras, y “ese algo” te impulsa a nunca cambiar de lugar pues sabes que solo en aquel lugar saldras satisfecho.
Así como tal experiencia es el amor de Cristo, pues cuando llegas ante sus pies y le reconoces como tu Señor y tu único y suficiente Salvador, tu disposición ante Él cambiará, ya no será extraño en tu vida decir que amas a Dios, su amor te inundará en cada momento de tu vida y en ese amor tu vida será saciada, tal como lo dice el libro del profeta Jeremías 31:25 “Porque yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar a toda alma atribulada”.
Sin embargo los obstáculos y aflicciones de la vida querrán apagar el amor que hay nuestros corazones hacia Dios, muchas veces pasaremos por momentos de dolor y tristeza, momentos en los cuales no veremos una salida y el temor hara un cerco en nuestro corazón, sin embargo, para aquellos que aman a Dios todas las cosas le ayudan para bien. Si volvemos al ejemplo inicial, ¿qué pasaría si tu lugar de comida preferida se llega a cambiar de localidad, siendo esta muy lejos de tu sector?, ¿la abandonarías o la seguierías ha donde esta fuese?, pues creo que la mayor parte de nosotros iría a donde sea que se ubique con tal de seguir probando de la comida que tanto nos satisface.
Así mismo, las calamidades de la vida, acausa de que el amor de Cristo habita en nuestros corazones, no serán motivo para apartarnos de Dios porque solo en Él nuestras vidas están seguras, tal como el salmista lo dijo: “Salmos 121:1-2 Cántico de ascenso gradual. Levantaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra”.