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Juan 17:20 “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”.

Por: Xavier Yánez Cando

En este pasaje de la Biblia, Jesús está orando al Padre en la noche anterior a su crucifixión. Esta oración es un clamor por la unidad de sus discípulos, tanto los presentes como los futuros, es decir, nosotros la iglesia de Cristo.

Este versículo nos revela el corazón de Jesús y su profundo amor por nosotros. A pesar de la inminente cruz, Jesús no solo se preocupa por sus discípulos inmediatos, sino que también intercede por aquellos que creerían en Él a través de su testimonio: nosotros su iglesia. Esto nos muestra que desde el principio, Jesús nos tuvo presentes en su mente y corazón.

Hoy en día podemos decir que Jesús nos ama con un amor incondicional y eterno, su oración por nosotros nos recuerda que somos parte de su plan redentor, Jesús ora por nuestra unidad, no solo con Él, sino también con otros creyentes. Esta unidad es esencial para nuestro testimonio al mundo.

Jesús nos incluye en su oración porque tenemos un propósito divino en el plan de Dios. Somos llamados a ser sus testigos y a compartir el evangelio con el mundo, como iglesia de Cristo estamos llamados a mostrar esa unidad ante la sociedad y nuestro prójimo.

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