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2 Timoteo 1:8‬ “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios”.

Por: Pst. David Agustín Pérez Vera

Que hermoso es decir a los cuatro vientos que somos hijos de Dios, claro está no sólo de palabras sino con el testimonio, herramienta fehaciente que evidencia públicamente que somos cristianos. En este sentido, lamentablemente dentro del pueblo cristiano hoy por hoy, muchos se avergüenzan de que la gente a su alrededor sepa que son cristianos evangélicos o dicho de esta manera seguidores de Jesucristo, y esta realidad se sustenta en que muchos de ellos no manifiestan con sus vidas, que son nuevas criaturas en Cristo Jesús.

Ante lo mencionado en el texto bíblico, el apóstol Pablo no estaba reprendiendo a Timoteo porque se estuviera avergonzando de dar testimonio. Él había demostrado en muchas ocasiones ser un siervo fiel, pero esto no quita que sintiera dentro de él la tentación de ceder a la vergüenza y a la cobardía en el desarrollo de su ministerio. El Señor habló de esta posibilidad (Marcos 8:38Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles”), y todos nosotros concebimos bien en qué consiste esta tentación, el ambiente en el que tenía que trabajar Timoteo era extremadamente hostil. 

El cristianismo era considerado un movimiento ilegal y predicarlo era un crimen duramente castigado. En el tiempo de Timoteo identificarse con Cristo un enemigo del Estado, y seguidor de Pablo encarcelado por razones políticas, conllevaba una marca social y un grave riesgo para su seguridad personal. Los que vivimos en países donde hay libertad religiosa, no valoramos el tremendo costo que otros hermanos tienen que pagar para dar testimonio de su fe en sus países, al ser una prohibición literal por su modelo de Gobierno. 

El apóstol Pablo dice testificar con la propia vida, incluyendo el martirio, si es necesario. Existen varios verbos en griego que significan testificar, uno tiene sentido de testificar con la boca, otro testificar en un juicio, otro significa testificar con el testimonio de vida, pero Pablo usa un verbo en particular tiene una connotación más fuerte, más profunda, porque se refiere a dar un testimonio radical que conlleva en ofrendar la vida a causa de este testimonio, asumiendo el riesgo hasta de soportar un martirio por fidelidad a este testimonio. 

Hoy preguntémonos en este contexto, ¿cuánto estaríamos dispuestos a soportar por testificar de Jesús con nuestras propias vidas? Padre Eterno que hoy nuestro corazón rebose de valentía para pedirte que nos permitas testificar de tu obra en nosotros por medio de Cristo Jesús. Shalom.

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